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Origen
de su devoción 1730-1854
El origen
de su devoción podemos datarlo a partir de que la orden de las religiosas
capuchinas llegará a El Puerto de Santa María 19 de enero de 1730 instalándose
inicialmente en la Ermita de Santa Lucía y en una casa adjunta. La edificación
del mismo comenzó tres años después y en 1736 las obras del edificio estaban
terminadas y se les habilitó un oratorio provisional hasta que se terminara la
Iglesia del Convento el 31 de enero de 1747. Los que gestionaron esta fundación
de las Capuchinas en El Puerto fueron el Abad fundador don Miguel Carrillo y la
madre Josefa Manuela, hermana del Cardenal Palafox, procedentes del Convento de
Sevilla
En el libro de la fundación del
Convento, aunque con fecha posterior a los acontecimientos, se reproduce la
tradición, “recogida en un cuadernito de lo que sabíamos por tradición” que
explica cómo se originó el Cristo a partir de la visión que, estando en
oración, tuvo el padre Villarelo, que aparece en las crónicas como persona de gran santidad y que falleció
el 18 de Noviembre de 1768.
En dicho libro se explica cómo, en
una de sus frecuentes oraciones, había tenido algunas visiones de la pasión de
Cristo en la cruz.
“Dícese por el Venerable Ntro. Padre Villarelo, que era confesor a
principios de la fundación, que estando una vez en oración meditando la pasión del Señor, se echó tan a pechos quedando tan
impresa en su bendita alma, alma pensador, aquella sangre que vio correr a
torren[tes] de aquellas llagas sin cuanto…”
[sic]
En la página siguiente de las actas se explica
cómo se movió a buscar algún artista que realizase la obra:
“Y dio en buscar algún artista que traspasara a la madera lo que su alma había contemplado y en efecto topó (o Dios le presentó) un artista misterioso cuyo nombre se ignora…”
“Y dio en buscar algún artista que traspasara a la madera lo que su alma había contemplado y en efecto topó (o Dios le presentó) un artista misterioso cuyo nombre se ignora…”
Por los datos que figuran en el
Libro de Actas del Convento, citado anteriormente, parece que en primer lugar
se situó en el claustro.
|
Desgraciadamente no tenemos ningún dato histórico del encuentro entre el místico y el artista, pero necesariamente tuvo que producirse. Más adelante se explica el comentario del confesor al contemplar el encargo terminado:
“¡Todavía
más! ¡Todavía más! Porque la sangre que con tanta abundancia corría por la
imagen, el inspirado artista la había tras [pasado] a la madera de una manera
tan admirable que era lo único que le faltaba ¡Verla correr otra vez!”
El primer documento del convento que hace referencia al Cristo es una carta del obispo de Cádiz el 25 de junio de 1778 a la Madre Superiora, María Tomasa de Goicoechea concediendo indulgencias por rezar ante este Cristo
El primer documento del convento que hace referencia al Cristo es una carta del obispo de Cádiz el 25 de junio de 1778 a la Madre Superiora, María Tomasa de Goicoechea concediendo indulgencias por rezar ante este Cristo
…Desde luego concedo cuarenta días de indulgencia a todas las personas
por cada vez que rezasen devotamente un credo delante de la imagen o crucifijo
del Señor del Amor que V. Rª me expresa en su carta, pero por motivo de limosna
q. contribuían los fieles de ningún modo las concedo.
Para esas
fechas la devoción por esta imagen ya era algo normal y asumido por los
portuenses.
Posteriormente, tras la visita del arzobispo de Sevilla, en la que no se concreta nombre del mismo ni fecha, se colocó en la iglesia en una capilla lateral donde era venerado por todo el pueblo.
“Aviendo [sic] entrado de visita Santa nuestro excelentísimo cardenal arzobispo de Sevilla, el señor Don… A penas puso los ojos en Él debió quedarse pasmado al contemplar tal maravilla de arte nunca vista y dícese que clamó todo conmovido. ¡Esta prodigiosa imagen de ninguna manera debe estar quieta ignorada de los mortales, debe exponerse al culto público en esta iglesia! (ilustración 6)
Hay constancia de que estuvo en el retablo mayor en el
presbiterio y que en 1782 se trasladó a un altar independiente a los pies de la
iglesia bajo el coro.
El siguiente documento se trata de una partida de vigilancia del sereno dirigida al alcalde en la que se describe la salida de la imagen de Ntro. Padre Jesús desde el Convento las Capuchinas hipotéticamente podría ser el Stmo Cristo del Amor:
“La cofradía o procesión de Ntro. Padre Jesús salió a las 1 de la mañana
de ayer del Convento las Capuchinas al que regreso a las 5 y 14 m de la mañana
sin haber ocurrido novedad alguna…15 de abril de 1854”
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